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Estos no son aparatos asesinos, radiación parte II

  • Foto del escritor: Scientia Zapata
    Scientia Zapata
  • 13 sept 2020
  • 3 Min. de lectura

Angelica Moreno Ortega


Ahora como se prometió en el artículo pasado en esta serie de cuatro artículos habrá momentos más interesantes, puesto que esta clase de radiación podría llegar a afectarnos SI Y SOLO SI no la manejamos de forma adecuada, ya que como hemos visto, realmente vivimos en un mundo lleno de radiaciones.


En esta primera parte recordaremos algunos conceptos que probablemente se exploraron en algún momento de nuestras vidas y abordaremos uno de los tipos de estas radiaciones.


Nuestro campo para el estudio de estas radiaciones va a ser principalmente el átomo, para mayor facilidad vamos a redefinirlo como un conjunto de entes que nos permite vivir como lo hacemos, así como armar estructuras más complejas.


Estos entes son conocidos como partículas quienes, entre sus números, estados, sus interacciones y otras características van a determinar la naturaleza del átomo.

Usaremos esta ilustración de un átomo para ejemplificar mejor.




El átomo se compone por electrones que orbitan a un núcleo atómico, este a su vez está constituido por protones y neutrones, que se encuentran unidos. Aquí puede surgir la pregunta de ¿Cómo se mantienen unidos si se nos ha mencionado que cargas iguales se repelen? Bueno, esto se debe a que en la formación de un núcleo no solo participa la fuerza electromagnética, encontramos a otra de las cuatro interacciones fundamentales de la materia (de las que se hablaran posteriormente) esta interacción es conocida como ‘’fuerza fuerte’’.


El núcleo es importante porque de él dependen algunas características como la identidad de nuestro átomo.


En cuanto a los electrones, cuando la cantidad de electrones iguala en número a los protones se dice que es un átomo neutro, pero sí no es el caso, entonces hablaremos de un ion.


Elementos: un elemento no es más que otro conjunto de átomos de la misma naturaleza.


Pero ¿a qué nos referimos exactamente con ‘’ átomos de la misma naturaleza’’?


Nos referimos a átomos de la misma naturaleza cuando hablamos de que tiene el mismo número atómico.


Ejemplo:



Son tan importantes esas dos características que, si, por ejemplo, alteramos el número atómico, por ese número cambiaría su identidad completamente, esta clase de elementos son conocidos como isótopos.



Con estos conceptos en mente ahora sí podremos adentrarnos en el increíble mundo de las radiaciones ionizantes.


Recordemos que la energía es un medio de transporte, pero lo que hace especial a este tipo de radiación es que proviene de un átomo inestable, quien, en busca de estabilidad empieza a botar energía, ya sea de forma corpuscular, es decir partículas (cargadas y sin carga) o en unos tipos especiales de ondas electromagnéticas. (Algo así como cuando tu equipo de FGU no coopera y empiezas a sacar gente para estar menos estresado).


Esa energía liberada es capaz de arrancar un electrón del elemento donde choca, es decir ionizar a ese átomo.


La liberación de esta energía puede llevarse de múltiples formas.




Emisión alfa


  • Suele darse en núcleos con número atómico mayor a ochenta y dos y una masa atómica mayor a 200.

  • Un núcleo inestable emite un núcleo de helio (partícula alfa), ocasionando la transformación de ese núcleo inestable.

  • Este tipo de radiación no penetra la piel, pero POR NADA DEL MUNDO INGERIR O INHALAR.



Representación de una partícula alfa:



Ejemplo:









Hubble les desea un buen día!







Bibliografía







Angélica Moreno, recién egresada de la preparatoria Emiliano Zapata, aspirante a la licenciatura en Física en la BUAP. El futuro es incierto.


 
 
 

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